martes, 31 de marzo de 2009

Jaime de Zudañez

JAIME DE ZUDAÑEZ
1772 – 1832

Jaime de Zudañez (Chuquisaca, 1772 - Montevideo, 1832) fue un prócer de la independencia americana que se destacó como uno de los líderes de la Revolución de Chuquisaca que dio inicio a la Guerra de Independencia Hispanoamericana y luego como combatiente y político en Chile, Argentina y Uruguay.

Biografía


El 25 de Julio de 1772 nació el Doctor Jaime de Zudañez, sus padres el general Manuel Ignacio de Zudañez y su madre doña Manuela Ramírez de la Torre.
El 26 de julio de 1772 el Dr. Jaime de Zudañez fue bautizado por don Nicolás de la Palenque , Teniente de los Curas Rectores de la Santa Iglesia Metropolitana de La Plata, teniendo como padrino al Dr. Martín Mendoza.
25 de mayo de 1789 Jaime de Zudañez se recibía como Bachiller en Cánones, el 21 de noviembre de 1791 se recibió como Doctor en Sagrada Teología, el 13 de diciembre de 1792 como Doctor en Leyes, en 1795 Doctor en Cánones, el mismo año recibió las Licencias Generales como también el 8 de octubre del mismo año fue designado como Juez visitador de tierras y molinos por el partido de Mizque cargo del cual fue retirado en 1797.
En
1809 fue arrestado a raíz de la agitación pública causada por el paso por la ciudad del general José Manuel de Goyeneche, doble agente de la Junta de Sevilla y de la princesa Carlota Joaquina de Borbón. El motín inicial del 25 de mayo estalló para liberarlo a él de la cárcel, pero al día siguiente los hechos se hicieron cada vez más violentos, hasta obligar al gobernador Ramón García de León y Pizarro a renunciar. Eso dio origen a la Revolución de Chuquisaca, que en cierto sentido dio inicio a la Guerra de Independencia Hispanoamericana. Zudañez intentó formar una Junta de Gobierno, pero la mayor parte de la población prefirió la solución intermedia que se había encontrado, nombrando gobernadora a la Real Audiencia. De todos modos, influyó lo suficiente en ésta como para mantener la provincia fuera de la obediencia al virrey del Perú. También dirigió el envío de delegados a las demás provincias del Alto Perú; sólo los enviados a La Paz lograron algo, pero eso fue mucho más de lo que esperaban: allí estalló una revolución con fuertes objetivos sociales y democráticos, la que llevó al gobierno a la Junta Tuitiva.
La revolución de Chuquisaca se quedó en objetivos solamente políticos, no logró afianzarse y fue fácilmente vencida por el mariscal
Vicente Nieto, enviado desde Buenos Aires. Zudañez fue arrestado y enviado por mar al puerto limeño de El Callao, donde permaneció varios meses detenido. Tuvo suerte de no ser enviado por tierra, ya que Goyeneche — el reconquistador de La Paz — lo hubiera hecho ahorcar. En 1811, sin que quede claro por qué, el virrey José Fernando de Abascal ordenó su liberación.
Huyó a
Chile, y a poco de llegar escribió una proclama que firmó con el seudónimo José Amor de la Patria, llamado el Catecismo Político Cristiano, de orientación democrática y moralista, que fue el más importante documento que haya influido en la Patria Vieja chilena. Esa fue su carta de presentación en Chile, y le valió ser elegido secretario de la Asamblea que redactó el reglamento constitucional de 1812; mayormente, ese documento salió de su pluma.
Integró la Junta de Gobierno (a pesar de no ser chileno), como secretario de relaciones exteriores; desde ese puesto lanzó el "Manifiesto a las Naciones", que anunciaba públicamente la intención de los chilenos de ser independientes. En parte se debió a ese manifiesto la decisión del virrey del Perú de enviar una expedición a reconquistar Chile. Caída la Junta, fue asesor de los generales
Bernardo O'Higgins y Juan MacKenna y trabó amistad con José Miguel Carrera. Desde ese puesto logró el tratado de Lircay, que les dio un respiro a los patriotas ante el incontenible avance de los realistas. Pero pronto llegó la derrota definitiva en el desastre de Rancagua. Zudañez, como muchos otros, huyó a Mendoza.
Llegó a
Buenos Aires a principios de 1815, y fue un destacado opositor al gobierno de Carlos María de Alvear. Tras la caída de éste, fue nombrado asesor del cabildo de Buenos Aires, puesto desde el cual dirigió la elección de los diputados porteños al Congreso de Tucumán. A principios de 1817 fue electo diputado por Charcas por el cabildo porteño; era una de las estrategias que aplicaba el gobierno de Buenos Aires para asegurarse la mayoría en el Congreso. Fue dos veces vicepresidente del mismo, y participó en la redacción de la Constitución Argentina de 1819, de carácter unitario y monárquico.
Durante la
Anarquía del Año XX fue perseguido por los gobernadores Manuel de Sarratea y Manuel Dorrego, por lo que se exilió en Montevideo. Allí se dedicó al comercio y al periodismo.
Más tarde fue diputado del Congreso
uruguayo entre los años 1828-1830, participando en la declaración de la independencia y la sanción de la constitución de ese país. Falleció en Montevideo en el año 1832.

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