martes, 31 de marzo de 2009

Jaime de Zudañez

JAIME DE ZUDAÑEZ
1772 – 1832

Jaime de Zudañez (Chuquisaca, 1772 - Montevideo, 1832) fue un prócer de la independencia americana que se destacó como uno de los líderes de la Revolución de Chuquisaca que dio inicio a la Guerra de Independencia Hispanoamericana y luego como combatiente y político en Chile, Argentina y Uruguay.

Biografía


El 25 de Julio de 1772 nació el Doctor Jaime de Zudañez, sus padres el general Manuel Ignacio de Zudañez y su madre doña Manuela Ramírez de la Torre.
El 26 de julio de 1772 el Dr. Jaime de Zudañez fue bautizado por don Nicolás de la Palenque , Teniente de los Curas Rectores de la Santa Iglesia Metropolitana de La Plata, teniendo como padrino al Dr. Martín Mendoza.
25 de mayo de 1789 Jaime de Zudañez se recibía como Bachiller en Cánones, el 21 de noviembre de 1791 se recibió como Doctor en Sagrada Teología, el 13 de diciembre de 1792 como Doctor en Leyes, en 1795 Doctor en Cánones, el mismo año recibió las Licencias Generales como también el 8 de octubre del mismo año fue designado como Juez visitador de tierras y molinos por el partido de Mizque cargo del cual fue retirado en 1797.
En
1809 fue arrestado a raíz de la agitación pública causada por el paso por la ciudad del general José Manuel de Goyeneche, doble agente de la Junta de Sevilla y de la princesa Carlota Joaquina de Borbón. El motín inicial del 25 de mayo estalló para liberarlo a él de la cárcel, pero al día siguiente los hechos se hicieron cada vez más violentos, hasta obligar al gobernador Ramón García de León y Pizarro a renunciar. Eso dio origen a la Revolución de Chuquisaca, que en cierto sentido dio inicio a la Guerra de Independencia Hispanoamericana. Zudañez intentó formar una Junta de Gobierno, pero la mayor parte de la población prefirió la solución intermedia que se había encontrado, nombrando gobernadora a la Real Audiencia. De todos modos, influyó lo suficiente en ésta como para mantener la provincia fuera de la obediencia al virrey del Perú. También dirigió el envío de delegados a las demás provincias del Alto Perú; sólo los enviados a La Paz lograron algo, pero eso fue mucho más de lo que esperaban: allí estalló una revolución con fuertes objetivos sociales y democráticos, la que llevó al gobierno a la Junta Tuitiva.
La revolución de Chuquisaca se quedó en objetivos solamente políticos, no logró afianzarse y fue fácilmente vencida por el mariscal
Vicente Nieto, enviado desde Buenos Aires. Zudañez fue arrestado y enviado por mar al puerto limeño de El Callao, donde permaneció varios meses detenido. Tuvo suerte de no ser enviado por tierra, ya que Goyeneche — el reconquistador de La Paz — lo hubiera hecho ahorcar. En 1811, sin que quede claro por qué, el virrey José Fernando de Abascal ordenó su liberación.
Huyó a
Chile, y a poco de llegar escribió una proclama que firmó con el seudónimo José Amor de la Patria, llamado el Catecismo Político Cristiano, de orientación democrática y moralista, que fue el más importante documento que haya influido en la Patria Vieja chilena. Esa fue su carta de presentación en Chile, y le valió ser elegido secretario de la Asamblea que redactó el reglamento constitucional de 1812; mayormente, ese documento salió de su pluma.
Integró la Junta de Gobierno (a pesar de no ser chileno), como secretario de relaciones exteriores; desde ese puesto lanzó el "Manifiesto a las Naciones", que anunciaba públicamente la intención de los chilenos de ser independientes. En parte se debió a ese manifiesto la decisión del virrey del Perú de enviar una expedición a reconquistar Chile. Caída la Junta, fue asesor de los generales
Bernardo O'Higgins y Juan MacKenna y trabó amistad con José Miguel Carrera. Desde ese puesto logró el tratado de Lircay, que les dio un respiro a los patriotas ante el incontenible avance de los realistas. Pero pronto llegó la derrota definitiva en el desastre de Rancagua. Zudañez, como muchos otros, huyó a Mendoza.
Llegó a
Buenos Aires a principios de 1815, y fue un destacado opositor al gobierno de Carlos María de Alvear. Tras la caída de éste, fue nombrado asesor del cabildo de Buenos Aires, puesto desde el cual dirigió la elección de los diputados porteños al Congreso de Tucumán. A principios de 1817 fue electo diputado por Charcas por el cabildo porteño; era una de las estrategias que aplicaba el gobierno de Buenos Aires para asegurarse la mayoría en el Congreso. Fue dos veces vicepresidente del mismo, y participó en la redacción de la Constitución Argentina de 1819, de carácter unitario y monárquico.
Durante la
Anarquía del Año XX fue perseguido por los gobernadores Manuel de Sarratea y Manuel Dorrego, por lo que se exilió en Montevideo. Allí se dedicó al comercio y al periodismo.
Más tarde fue diputado del Congreso
uruguayo entre los años 1828-1830, participando en la declaración de la independencia y la sanción de la constitución de ese país. Falleció en Montevideo en el año 1832.

Monumentos Históricos

BIOGRAFIA DE MANUEL ASCENCIO PADILLA GALLARDO


Guerrillero Manuel Ascencio Padilla Gallardo. Entre 1814 - 1816 encabezó la resistencia independentista, dificultando el avance realista a las provincias rioplatenses. Esposo de doña Juana Azurduy de Padilla. Perdió la vida en la batalla del Villar (14-IX-1816)




Manuel Ascencio Padilla

Militar Altoperuano que luchó en las guerras de independencia de su país al frente de guerrillas irregulares, y que murió en defensa de su patria.

Era el hijo de un hacendado local y vivió en el campo casi toda su juventud. Se enroló en el ejército siendo muy joven, participando en la represión y ajusticiamiento de Dámaso Catari, sucesor de Túpac Amaru en el La Paz

Estudió derecho en la Universidad de Charcas, pero abandonó sus estudios para casarse con Juana Azurduy en 1805. Al estallar la revolución del 25 de mayo de 1809 en Chuquisaca, se unió a la misma; tras ser derrotada, huyó a ocultarse en las aldeas de indios de la sierra.

En septiembre de 1810, la ciudad de Cochabamba se plegó a la Revolución de Mayo y reconoció a la Primera Junta de Buenos Aires. Padilla fue nombrado comandante civil y militar de una amplia zona, intermedia entre Chuquisaca, Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra, con centro en La Laguna. Desde allí apoyó con sus 2000 guerrilleros indios la campaña de Esteban Arce, que logró la victoria de Aroma.

Alojó en sus haciendas al Ejército del Norte y apoyó la política de sus jefes, especialmente de Juan José Castelli. Después de la batalla de Huaqui, sus bienes fueron incautados y su esposa cayó presa. Padilla logró rescatarla, por lo que pasó con sus hijos al campamento móvil de su esposo. El general vencedor, José Manuel de Goyeneche, ofreció a Padilla un empleo público y el indulto para que se pase a los realistas, pero se negó.

Se puso al frente de sus indios y logró una victoria en el pueblo de Pintatora, pero luego fue derrotado en Tacobamba. Se retiró hacia el sur y se unió al éxodo jujeño, a órdenes de Manuel Belgrano. Participó de las batallas de Tucumán y Salta.

Regresó al Alto Perú a mediados de 1813 y logró reunir un enorme contingente de casi diez mil hombres, muy indisciplinado pero útil. Este grupo de indígenas rebeldes fue llamado por Bartolomé Mitre la Republiqueta de La Laguna.

Pero Belgrano no les dio un puesto en la lucha, sino que los utilizó como guías y como transporte de cañones a través de las montañas. Aún después de su primera derrota, sólo aceptó la colaboración marginal del batallón de “Leales”, bajo el mando de Juana Azurduy, en la batalla de Ayohuma. Reconociendo su error, posteriormente el general la condecoró regalándole su espada.

Mientras el Ejército se retiraba, los Padilla comenzaban una eficaz guerra de guerrillas contra los realistas, en la zona de Mojotoro, Yamparáez, Tarabuco, Tomina y La Laguna. Esta última villa se llama actualmente "Padilla" y un pueblo vecino, "Azurduy". Otros jefes, como Ignacio Warnes, Juan Antonio Álvarez de Arenales y Vicente Camargo, organizaron también guerrillas de resistencia.

Tras varias semanas de lucha, los realistas secuestraron a los cuatro hijos de los Padilla y mataron a los dos varones. A continuación usaron a las niñas como señuelo para atrapar al caudillo. La respuesta de Padilla y su esposa, seguidos por dos o tres soldados, fue atacar furiosa y ciegamente a sus enemigos, consiguiendo matarlos a todos con sus propias manos y rescatar a las niñas... que igualmente murieron días más tarde. A partir de ese momento, se convirtió en el más despiadado de los caudillos del Alto Perú, lo que lo llevó incluso a enfrentarse con el caudillo Umaña, menos sanguinario.

Durante la tercera expedición al Alto Perú, tomó la ciudad de Chuquisaca, pero el general Rondeau nombró gobernador de la misma a Martín Rodríguez. Como Belgrano, Rondeau se negó a emplear la ayuda ofrecida por Padilla. Pero cuando fue derrotado en la batalla de Sipe-Sipe, le ordenó cubrir su retirada y sostenerse en Chuquisaca.

"Estaré de regreso sin que pase mucho tiempo "

. En una enérgica y conocida carta de respuesta a Rondeau, Padilla respondió:

"Lo haré como he acostumbrado hacerlo en más de 5 años por amor a la Independencia...el enemigo no tendrá un solo momento de quietud "

Pero también reprochaba violentamente el desprecio con que el Ejército había tratado a los altoperuanos, privándolos de armas y soldados. Padilla cumpliría sus promesas hasta la muerte; Rondeau y su ejército no podrían cumplir la suya.

La guerra continuó sin cuartel, pero los patriotas iban siendo vencidos uno a uno: de más de cien caudillos que se cree que lucharon contra los realistas, al final de la guerra sólo quedaban 9 con vida. En mayo de 1816, caía el coronel Camargo en Cinti, y fue de inmediato degollado. La villa de Cinti se llama actualmente Camargo.

Tras una serie de batallas menores, rodeadas por un enorme número de enemigos, las fuerzas de Padilla fueron vencidas en el Villar. El vencedor, coronel Aguilera, ordenó matar a los prisioneros, entre ellos Padilla. Su cabeza fue expuesta en la punta de una lanza en la plaza de La Laguna.

El general Belgrano lo nombró coronel, sin saber que hacía ya unos días que había muerto. Al enterarse, nombró teniente coronel a Juana Azurduy, que intentaba seguir sin su marido. Pero también Juana debió retirarse hacia el sur, refugiándose en Salta. Regresó a Chuquisaca en 1825, después de la derrota final realista, donde a fines de ese año la visitaron Simón Bolívar y Antonio José de Sucre. Moriría el 25 de mayo de 1863, acompañada por su única hija sobreviviente.

Carta de Manuel Asencio Padilla al general José Rondeau, en Gumucio Baptista, Otra historia de Bolivia, La Plaza, 1989 Joaquín Cantier, Doña Juana Azurduy de Padilla, La Paz, Ichtus, 1980

Qué bueno que el nombre de una mujer remita a canción y a poema gracias a aquel maravilloso trabajo de Félix Luna y Ariel Ramírez, "Mujeres argentinas" que inmortalizó la querida voz de Mercedes Sosa. Aquellas melodías y palabras permitieron que muchos argentinos se anoticiaran de la existencia de una extraordinaria luchadora que lo dio literalmente todo por la independencia de esta parte de América.

Y nunca es en vano recordar que la lucha de las mujeres fue fundamental en aquella guerra gaucha, esa guerra corajuda y desigual que se libró sin recursos pero con mucho ingenio y una audacia sin límites. De un lado los ejércitos del rey, los mismos que venían de vencer a Napoleón. Del otro, un pueblo decidido y comandado por gente que no hacía gala del ejemplo, lo ejercía. Aquellas mujeres no solamente eran excelentes espías y correos sino que algunas de ellas, como doña Juana Azurduy, comandaban tropas en las vanguardias de las fuerzas patriotas.
Esta maravillosa mujer había nacido en Chuquisaca el 12 de junio de 1780, mientras estallaba y se expandía la rebelión de Tupac Amaru.

Su familia la pensó monja y ella se pensó libre. Ganó Juana y hubo que sacarla del convento de Santa Teresa, según el parte de la Madre Superiora, por su irreductible conducta altiva. Afuera la esperaba la lucha y el amor de la mano del comandante Manuel Asencio Padilla, aquel que le contestaba al general Rondeau: "vaya seguro Vuestra Señoría de que el enemigo no tendrá un solo momento de quietud. Todas las provincias se moverán para hostilizarlo; y cuando a costa de hombres nos hagamos de armas, los destruiremos. El Perú será reducido primero a cenizas que a voluntad de los españoles"(1).

Juana era lo que se dice una revolucionaria de la primera hora. Participó con Padilla en la revoluciones de Chuquisaca y La Paz en 1809, y un año después alojó en su casa a Juan José Castelli, uno de los comandantes de las tropas patriotas que iba a cumplir su sueño de hacer la revolución en el Alto Perú. Juana colaboró hasta con lo que no tenía para abastecer a las tropas libertadoras que venían desde Buenos Aires.
Tras la derrota de Huaqui los realistas lograron rodear su casa en la que resistió como pudo junto a sus hijos, hasta que Padilla en una acción absolutamente temeraria logró liberar a su familia. Juana ayudó a crear una milicia de más de 10.000 indios y comandó varios de sus escuadrones. Libró más de treinta combates, siempre a la vanguardia, haciendo uso de un coraje desmedido que se fue haciendo famoso entre las filas enemigas a las que les había arrebatado personalmente más de una bandera y cientos de armas. Su accionar imparable permitió recobrar del dominio español las ciudades de Arequipa, Puno, Cuzco y La Paz.

La pareja de guerrilleros defendió también a sangre y fuego del avance español la zona comprendida entre el norte de Chuquisaca y las selvas de Santa Cruz de la Sierra.
El
término "guerrillero" que puede sonar setentista, es el que usaba el insospechable de tal cosa hasta por cuestiones cronológicas, general Mitre. En su muy interesante trabajo: "Las guerrillas en el Norte", incluido en su "Historia de San Martín", don Bartolomé describe el sistema de combate y gobierno conocido como las "republiquetas" que consistía en la formación, en las zonas liberadas, de centros autónomos a cargo de un jefe político-militar.

Hubo ciento dos caudillos que comandaron igual número de republiquetas. La temeridad de estos jefes revolucionarios y la crueldad de la lucha fue tal que sólo sobrevivieron nueve de ellos. Quedaron en el camino jefes notables, de un coraje proverbial, extraordinarios patriotas como Ignacio Warnes, Vicente Camargo, el cura Ildefonso Muñecas quien redactó una proclama que decía: "Compatriotas, reuniros todos, no escuchéis a nuestros antiguos tiranos, ni tampoco a los desnaturalizados, que acostumbrados a morder el fierro de la esclavitud, os quieren persuadir que sigáis su ejemplo; echaos sobre ellos, despedazadlos, y haced que no quede aun memoria de tales monstruos. Así os habla un cura eclesiástico que tiene el honor de contribuir en cuanto puede en beneficio de sus hermanos americanos".

La historia oficial los ha condenado a ser sólo calles, escamoteándole a la mayoría de los argentinos sus gloriosas historias.

Juana lo fue perdiendo todo, su casa, su tierra y cuatro de sus cinco hijos, Manuel, Mariano, Juliana y Mercedes, en medio de la lucha. No tenía nada más que su dignidad, su coraje y la firme voluntad revolucionaria. Por eso, cuando los Padilla estaban en la más absoluta miseria y un jefe español intentó sobornar a su marido, Juana le contestó enfurecida: "La propuesta de dinero y otros intereses sólo debería hacerse a los infames que pelean por mantener la esclavitud, más no a los que defendían su dulce libertad, como él lo haría a sangre y fuego".

Juana salvó a su marido que había caído prisionero en febrero de 1814 en una operación relámpago que dejó sin rehenes y sin palabras al enemigo. El 3 de marzo de 1816 Padilla y Juana atacaron al general español La Hera cerca de Villar; allí Juana al frente de treinta jinetes, entre ellos iban varias amazonas, logró detener a los realistas, recuperar fusiles, quitarles el estandarte y cubrir la retirada de su compañero.

Juana fue una estrecha colaboradora de Güemes y por su coraje fue investida con el grado de teniente coronel de una división muy explícita "Decididos del Perú", con derecho al uso de uniforme, según un decreto firmado por el Director Supremo Pueyrredón el 13 de agosto de 1816 y que hizo efectivo el general Belgrano quien debía entregarle el sable correspondiente, pero prefirió brindarle el suyo, el que lo había acompañado en Salta y Tucumán y durante el heroico éxodo jujeño.

Tres meses después, en el combate de Villar fue herida por los realistas. Su marido acudió en su rescate y logró liberarla, pero a costa de ser herido de muerte. Era el 14 de noviembre de 1816. Juana se quedaba sin su compañero y el Alto Perú sin uno de sus jefes más valientes y brillantes.
Juana siguió peleando junto a los comandantes Francisco Uriondo, el "moto" Méndez y los hermanos Rojas, para alistarse luego nuevamente en las tropas de Güemes. Cuando el "padre de los pobres" fue asesinado a traición en junio de 1821, decidió volver a su tierra. Estaba en Chuquisaca con su hija Luisa y su nieta Cesárea aquella tarde de noviembre de 1825 cuando al abrir la puerta se encontró nada menos que con el general Simón Bolívar, que quería tener el honor de conocerla. Fue un abrazo profundo, con pocas palabras, estaba todo muy claro pero para el Libertador se hizo necesario decir: "esta república, en lugar de hacer referencia a mi apellido, debería llevar el de los Padilla".

Pero más allá de los halagos, Juana seguía en la miseria y no recibía ni la pensión que le correspondía ni los sueldos adeudados por su rango de coronela. Fiel a su historia, tomó la pluma y escribió: "Sólo el sagrado amor a la patria me ha hecho soportable la pérdida de un marido sobre cuya tumba había jurado vengar su muerte y seguir su ejemplo; más el cielo que señala ya el término de los tiranos, quiso regresase a mi casa donde he encontrado disipados mis intereses y agotados todos los medios que pudieran proporcionar mi subsistencia; en fin rodeada de una hija que no tiene más patrimonio que las lágrimas"(2).

Bolívar le concedió a la heroica luchadora una pensión vitalicia de 60 pesos, que fue aumentada por el presidente de Bolivia, Mariscal Sucre, pero que Juana cobraba cada tanto hasta que dejó de cobrarla cuando la burocracia le estaba ganando una de las pocas batallas que le ganaron en su vida. Juana murió en la soledad, el olvido y la pobreza, paradójicamente en una casa en la calla "España" en un humilde barrio de Chuquisaca, el 25 de mayo de 1862.

Universitarios:

Kenrryro Benitez Rodríguez
Adolfo Rodríguez Vargas

MONUMENTOS DE LA CIUDAD DE SUCRE

MONUMENTOS DE LA CIUDAD DE SUCRE

PEDRO ANZUREZ MARQUEZ DE CAMPO REDONDO

Ubicación

Se encuentra ubicada a inicio de la Avenida Jaime Mendoza, esquina Abdón Ondarza, en el Barrio San José

Datos Breves

La escultura corresponde a Hugo Zurita F. Obra gestionada y donada por los residentes chuquisaqueños en Santa Cruz.
Entregada al pueblo de Sucre el año 1986 durante el Gobierno Municipal del Dr. Mario Linares Linares.
Este monumento sostiene el escudo de Chuquisaca que no es el autentico.

Breve Biografía

Pedro Anzúrez nació en la Villa de Cisneros en el Reino de León, España, fue miembro de una familia noble. Vivió en el Perú después de la conquista. Fue un soldado experimentado en la guerra, seguidor de Francisco Pizarro.
Según la mayoría de los cronistas fundó la Villa de La Plata, hoy Sucre.


SIMON BOLIVAR

Ubicación

Ubicado en la Avenida Venezuela esquina Avenida del Maestro

Datos Breves

Este monumento fue donado por el Gobierno Venezolano, en homenaje al sesquicentenario de la Independencia de Bolivia.
Entregado al pueblo de Sucre en 1975

Breve biografía

Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios, más conocido como Simón Bolívar, nació el 24 de julio de 1783 en Caracas- Venezuela. Hijo de Juan Vicente Bolívar y de María Concepción Palacios y Sojo.
De figura multifacético, fue un hombre de mundo. Como guerrero infatigable dio libertad a cinco naciones.
Murió el 17 de diciembre de 1830 a la edad de 47 años en Santa Marta, Colombia. En su testamento pidió que sus restos fueran trasladados a Caracas, cumpliéndose esta voluntad.

ANTONIO JOSE DE SUCRE

Ubicación

Se encuentra ubicado en la Plaza 25 de Mayo, zona central de la Capital de Bolivia

Datos Breves

La República de Bolivia erigió este monumento como homenaje a Antonio José de Sucre, el Mariscal de Ayacucho.

Breve Biografía

Antonio José de Sucre nació el 3 de Febrero de 1795 en la ciudad Venezolana de Cumaná. Estudió Ingeniería Militar y se envolvió, junto a Simón Bolívar, en la Revolución libertaria por la independencia de Hispanoamérica, venciendo las batallas de Pichincha (Ecuador) y Ayacucho (Perú). Fue presidente de Bolivia entre 1826 – 1828.
Murió asesinado en Berruecos, Colombia, el 4 de junio de 1830, en circunstancias oscuras

JAIME DE ZUDAÑEZ

Ubicación

Ubicado en la Plazuela Jaime de Sudanés, calle Olañeta.

Datos Breves

Monumento erigido por la U.M.R.P.S.F.X.CH. por Resolución Rectoral No 14 A / 69.
Entregado al Pueblo de Sucre el 25 de mayo de 1969 en la gestión del Dr. Alfredo Arce, Rector de la Superior Casa de Estudios.
No se conoce los datos del autor de la obra.

Breve biografía

Jaime de Sudanés nació en Sucre el 25 de julio de 1772. Estudió Abogacía en la célebre Universidad de San Francisco Xavier, se graduó como Doctor en leyes el año 1795, fue propagandista de la Revolución del 25 de mayo de 1809. Cayó preso y fue enviado al Castillo de Callao (Perú), después de ser liberado radicó en Chile.
Falleció en Montevideo, Uruguay el 25 de marzo de 1832.


JOSE BERNARDO MONTEAGUDO

Ubicación

Ubicado en la Plaza 25 de Mayo zona central de la Capital de la República

Datos Breves

Monumento erigido por ley del Honorable Congreso Nacional de 1906 y entregado al pueblo de Sucre en 1908.

Breve Biografía

Bernardo Monteagudo fue un gran revolucionario. No existe evidencia documental del lugar de su cuna, la mayor parte de los historiadores fijan a Tucumán como el lugar de su nacimiento.
Cursó sus estudios en la Universidad de Chuquisaca en la que recibió el título de Doctor en Leyes. Fue un gran propagandista de la Independencia, encabezó la Revolución del 25 de Mayo de 1809 en Charcas.
Después de la derrota de Huaqui se vio obligado a huir a Buenos Aires donde se dedicó al periodismo. Fue Ministro de Guerra del Perú, poco después de su nombramiento fue asesinado en Lima en 1917, sus restos fueron trasladados a Buenos Aires.


JUANA AZURDUY DE PADILLA

Ubicación

Se encuentra ubicada el la Avenida del mismo nombre, zona Alto Tucsupaya, entrada principal del Aeropuerto.

Datos Breves

El autor de la obra fue el escultor Víctor Hugo Barrenechea.
Entregada al pueblo chuquisaqueño el año 1977.

Breve Biografía

Juana Azurduy de Padilla nació en Chuquisaca el 12 de julio de 1780. Hija de Juan Matías Azurduy y Eulalia Bermúdez.
Cuando estalló la Guerra por la Independencia participó en varias batallas. En la Batalla de Pitantora logró arrebatar un estandarte al enemigo el 18 de marzo de 1812. En Tarabuco rindió al jefe realista Claudio Rivero el 14 de enero de 1815. Cayó herida en la batalla del Villar, batalla en la que murió su esposo don Manuel Ascencio Padilla. Después de esta batalla pasó a pelear por la Independencia de la Argentina, enrolándose en el ejército de ese país.
De regreso a su patria murió en Sucre en la extrema pobreza el 24 de Mayo de 1862 a la edad de 82 años.


EUSTAQUIO MENDEZ “EL MOTO”

Ubicación

Ubicado en la Plazuela Tarija, intersección de las calles Aniceto Arce y Ballivián.

Datos Breves

El autor de este monumento fue el escultor José S. Mújica.
Obra gestionada por los residentes tarijeños en Sucre cuando estaba como presidente el Dr. Alejandro Nava Achá.
Donada por el Honorable Oscar Zamora Medinaceli y entregado al pueblo de la capital el 23 de abril de 1996 durante la gestión de Germán Gutiérrez Gantier, H. Alcalde Municipal de Sucre.

Breve biografía

Eustaquio Méndez nació en Tarija el 19 de septiembre de 1784. Fue un viejo miliciano de la Época De la Independencia, instructor de guardias nacionales en el cargo de Coronel en Jefe. En la lucha contra los contingentes realistas del General La Madrid perdió el brazo izquierdo, de ahí el sobre nombre de “Moto”. El General La Madrid lo ayudó a remediar su mal evitando que el daño fuera mayor con la condición que no tomara más las armas en contra del rey Fernando VII, compromiso que lo cumplió retirándose al seno de su familia.
Murió en manos de un compañero de armas por disidencias políticas el 5 de abril de 1849.


EDUARDO ABAROA

Ubicación

Ubicado en la Escalinata de calle Eduardo Abaroa.

Datos Breves

Erigido el 14 de febrero de 1979 en la gestión del señor León Kolle Cueto, Alcalde Municipal de Sucre.

Breve biografía

Eduardo Abaroa nació el 13 de Octubre de 1838 en San Pedro de Atacama. Estudió Teneduría de Libros y Contabilidad. Se casó con Irene Rivero con quien tuvo cinco hijos. Ocupo el cargo de concejero Municipal de San Pedro de Atacama. En la Guerra del Pacífico fue defensor voluntario de Bolivia.
Murió en Calama peleando heroicamente a la edad de 41 años.





LUIS PAZ

Ubicación

Se encuentra ubicado en la Avenida Las Américas, Barrio Petrolero.

Datos Breves

Monumento erigido en diciembre de 1996, durante la Presidencia del Dr. Hugo Dellin Barba, en la gestión municipal de Mario Linares Linares como homenaje de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación a este hombre de leyes.

Breve Biografía

Luís Paz nació en Tarija el 19 de agosto de 1854, de noble estirpe, hijo de Paulino Paz y de Genoveva Arce.
A los 10 años de edad fue enviado a Sucre donde realizó sus estudios hasta graduarse de abogado el 22 de octubre de 1879. Se casó con doña Mercedes Vásquez el 17 de febrero de 1879 con quien tuvo 10 hijos.
Fue diputado, Senador, Ministro de Gobierno, Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Ocupo también el cargo de Vicepresidente de la República, renunciando poco tiempo después para reincorporarse a la Corte Suprema de la que luego fue su Presidente.
Por su brillante trayectoria profesional y su actuación en la Corte Suprema se lo considera uno de los grandes Magistrados de Bolivia.
Falleció en Sucre, el 6 de octubre de 1928 en el ejercicio de la Presidencia de la Corte Suprema.

JUAN FRIAS DE HERRAN

Ubicación

Ubicado en la Plazuela Juan Frías Herrán Calle Aniceto Arce esquina San Alberto

Datos Breves

Monumento erigido por Resolución Rectoral No. 35 A/69 de marzo de 1969 de la U.M.R.P.S.F.X.CH. en la gestión del Dr. Alfredo Arce.

Breve Biografía

El padre Juan de Frías de Herrán fue el primer Rector de la Universidad Mayor Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca.
Miembro prepósito provincial de la Compañía de Jesús, fue expulsado de las Américas el año 1767.




COSMINI – AYO - AYO

Ubicación

Se encuentra ubicado en la calle principal del Cementerio, aproximadamente a cien metros de la puerta de entrada.

Datos Breves

Se desconoce el nombre del autor de esta obra, lo que si se sabe es que fue traída de Europa.
Erigida posiblemente entre los años 1907 – 1908 por gestión del Comité Patriótico Chuquisaqueño en memoria de los caídos en Ayo – Ayo el 24 de enero de 1899 que lucharon por evitar el traslado de los Poderes Ejecutivo y Legislativo de Sucre a La Paz.
El monumento a los 27 héroes de la batalla de Cosmini – Ayo – Ayo es una obra magnífica que invita a la reflexión como valientes chuquisaqueños entregaron sus vidas por la reivindicación de los derechos de la tierra que los vio nacer.




ANTONIO JOSE DE SUCRE

Ubicación

Ubicado en la Plazuela Cumaná, calle Rene Barrientos, Barrio Petrolero

Datos Breves

Esta estatua fue traída de la República de Venezuela por gestión del Alcalde de Sucre Cnel. Salvador Sánchez Vargas, habiendo sido donada por el presidente de Venezuela Andrés Pérez.
La estatua llegó en dos cajas, habiendo sido erigida con la colaboración de los vecinos del barrio el año 1975.





EDUARDO AVAROA

Ubicación

Ubicado en la Plazuela Eduardo Abaroa, entre calles Tomina y Francisco Cerro.

Datos Breves

La obra corresponde al escultor Rolando Porcel.
Monumento erigido el 20 de mayo de 2007 con la cooperación de la H. Alcaldía Municipal de Sucre durante la gestión de la Lic. Aydeé Nava Andrade





MONUMENTO AL MAESTRO


Ubicación

Se encuentra ubicado en la Avenida del Maestro, altura de la Universidad Pedagógica.

Datos Breves

La autoría de la obra corresponde al escultor Víctor Hugo Barrenechea.
Erigido en homenaje a los maestros de Bolivia y entregado al pueblo de Sucre el 6 de junio de 1987, en la gestión del Alcalde Mario Linares Linares.







SAGRADO CORAZON DE JESUS

Ubicación

Está ubicado en la cima del Cerro Churuquella de la ciudad de Sucre, Capital de Bolivia.


Datos Breves

La imagen fue traída de Nápoles (Italia) en homenaje al Centenario de Fundación de la República.
Los gestores de la obra fueron autoridades civiles de Chuquisaca y la encargada de colocar la imagen en un pedestal de 10 metros de alto fue la Jerarquía Eclesiástica.
El monumento tiene altura aproximada de 7 metros y pesa 3.982 Kilogramos. Cuenta con 12 focos ubicados alrededor de la cabeza a manera de corona.
Entregado al pueblo chuquisaqueño el 7 de agosto de 1925.





MUJER, MADRE Y HEROINA

Ubicación

Esculturas ubicadas en la Plazuela Mujer, Madre y Heroína, barrio Bancario.
Datos Breves

El autor de las esculturas fue el artista Rolando Porcel.
Las obras fueron gestionadas por la Alcaldesa de Sucre Lic. Aydeé Nava Andrade.
Entregadas al pueblo capitalino el 27 de m ayo de 2007.
Este monumento majestuoso que rinde homenaje a la mujer, madre y heroína, fue colocada en reemplazo del busto de la Dama de “ELCHE” erigido el año 2001, habiendo sido trasladado éste a otro sector próximo a la plazuela.
FUENTE DE LOS DEPORTES “PROF. JULIO SANDOVAL CARRASCO”

Ubicación

Ubicado en la Avenida Jaime Mendoza frente a la entrada principal del Estadio Olímpico Patria.

Datos Breves

El autor de las obras fue el escultor Rolando Porcel.
La Fuente de los Deportes reúne varias esculturas realizadas por encargo de la H. Alcaldía Municipal de Sucre en la gestión de la Lic. Aydeé Nava Andrade, cuando estaba como Presidente del Concejo Municipal el Lic. Fidel Herrera.
Entregada a la ciudad de Sucre el mes de octubre de 2006.
Esta es una magnífica obra realizada como homenaje al Profesor Julio Sandoval Carrasco, impulsor del deporte chuquisaqueño, habiendo sido dirigente deportivo por varios años. A través de estos monumentos se rinde también homenaje a todo el deportismo chuquisaqueño.

BRIGADIER MAYOR

Ubicación

Ubicado en la entrada principal del Liceo Militar “Teniente Edmundo Andrade” kilómetro 7, carretera a Potosí
Datos Breves

Esta obra fue gestionada por la Promoción 1978 “My. Ingeniero Isaías Morales Núñez del Prado” del Liceo Militar Tte. Edmundo Andrade, en conmemoración a sus Bodas de Plata.
Fue entregada al pueblo de Sucre el 4 de octubre de 2003.
Este monumento tiene una altura aproximada de un metro con setenta centímetros.

PANTALEON DALENCE

Ubicación

Ubicado en la entrada principal de la Corte Suprema de Justicia.

Datos Breves

La obra corresponde al escultor Víctor Hugo Barrenechea.
Fue gestionada por el Ministro de Distrito Judicial de Oruro Dr. Hugo Salvatierra Oporto el año 1989

Breve Biografía

Pantaleón Dalence nació en la ciudad de Oruro el 29 de julio de 1815. Estudió en la Universidad San Andrés de la ciudad de La Paz recibiendo e título de abogado a los 21 años de edad. Fue profesor de secundaria, catedrático de Derecho Público, Diputado de Oruro, Concejal de las Municipales de Oruro, Potosí y Cochabamba. Fue Fiscal General de la República en 1864, Ministro de la Corte Suprema de Justicia en 1868 y su Presidente en 1872. Trabajó en los tres Poderes del Estado.
Murió el 16 de noviembre de 1889.

ANICETO ARCE

Ubicación

Ubicado en la Plazuela Aniceto Arce, frente a la ex estación de ferrocarriles. Zona del Parque Bolívar.

Datos Breves

Obra erigida el año 1946 por la Empresa Nacional de Ferrocarriles del Estado como homenaje al ex Presidente de la República Aniceto arce, impulsor de los ferrocarriles bolivianos.

Breve Biografía

Aniceto arce nació en Tarija el 17 de abril de 1824. Estudió en el Colegio Junín de Sucre, fue profesor de matemáticas, abogado y político. Se casó con Dña. Amalia Argandeña. Ocupó el cargo de Ministro de Hacienda en el gobierno de Achá. Se desempeñó también como Embajador de Bolivia en la República Argentina, el Paraguay y Francia.
Fue Presidente de la República en 1888 a la edad de 64 años. Murió el 14 de agosto de 1906.

lunes, 30 de marzo de 2009

BIOGRAFIA Dr. JOSE MARIANO SERRANO

BIOGRAFIA Dr. JOSE MARIANO SERRANO





José Mariano Serrano(1788-1852). nació en Chuquisaca (actual Sucre) el 8 de Septiembre de 1788 y en 1811 se convirtió en abogado.
De joven emigró a Tucumán debido a persecuciones políticas (producto de su apoyo público a la Revolución de Mayo), donde fue elegido para integrar la Asamblea del Año XII representando a Chuquisaca.
Fue Ministro durante la administración de Aráoz y González, gobernadores de la entonces mucho más grande provincia de Tucumán.
También fue elegido por Buenos Aires para ser representante en la junta de Observación del año XV.
En 1816 representó a Charcas en el Congreso de Tucumán, donde redactó el texto del Acta de la Independencia en español y quecha; y, al disponerse la impresión del Acta, también se la redactó en aymará.
Serrano se pronunció por la monarquía atemperada, pero no la del inca.
Redactó el Manifiesto de la Independencia, publicándose con el nombre de "Manifiesto de las Naciones", que fue aprobado por el Congreso en la sección del 25 de octubre de 1817.En 1824, sirvió en calidad de secretario del gobierno de Salta, siendo gobernador el general Arenales, a quien acompañó como auditor de guerra de la fuerza expedicionaria que pasó a las provincias del Alto Perú para batir a Olañeta en el Desaguadero.
Fue representante de Chuquisaca en la Asamblea General del Alto Perú en 1825, fue elegido presidente de la misma y estableció las prácticas parlamentarias, completamente desconocidas en ese país.
Redactó y firmó el acta del 6 de agosto que erige en nación soberana a Bolivia, teniendo así, el raro privilegio de suscribir las actas de Independencia de dos naciones sudamericanas (Argentina y Bolivia).
Fue presidente interino de Bolivia en dos ocasiones y falleció en 1851 en Sucre, a los 73 años, ejerciendo dicha presidencia.
Sus restos descansan, en el Panteón de los Hombres Ilustres de Bolivia, en Sucre.




Editores:
REYNOSO VILLEGAS GUSTAVO
ORTUBE LAHOR JUAN CARLOS

EL ROL DE LA UNIVERSIDAD EN LOS SUCESOS DE 1809

“La mayor gloria de la Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca –durante el proceso de la gesta de la Revolución Maya- es haber sido no solamente un foco de cultura que durante la época colonial difundió desde sus aulas el saber filosófico y jurídico, sino en haber constituido a
principios del siglo XIX, un centro de conciencia americana, una fuerza renovadora que contribuyó a la estructuración política y social de otros pueblos del continente” (Guillermo Francovich, “Pensamiento Universitario de Charcas”, 1948) Fue, el rol de la Universidad de Charcas, tan decisiva en la iniciación de la primera gesta de libertad de América, que, mientras la Universidad de Lima hacía manifestaciones de aversión a la idea de la independencia y la de Córdova entregada al pleito entre franciscanos y clérigos seculares para tomar su mando, en vista que su dirección hubiera quedado ‘vacante’ ante la expulsión de los jesuitas acontecida en 1767, la Universidad de La Plata, Chuquisaca, ardía como una fragua del saber y de las inquietudes políticas.

Para la convergencia de esas acciones, en esos años previos, concurrieron jóvenes revolucionarios
que fermentaron sus ideas y acciones en el laboratorio político e ideológico denominado: AcademiaCarolina.

Según diversos historiadores que recogieron esas experiencias políticas, todos ellos coinciden en
que este foro fue el verdadero hacedor de líderes y caudillos que timonearon la primera asonada
revolucionaria del 25 de Mayo de 1809, en La Plata, Chuquisaca, y que posteriormente llevaron la
lumbre idealista hacia la ciudad de La Paz que replicó sus acciones en la revolución del 16 de julio
de 1809. Siendo, los líderes y caudillos dirigentes, en su mayoría, formados y salidos de las aulas de
la Universidad de San Francisco Xavier.
La Universidad de Charcas influyó en la formación de la mentidad y germinación de las ideas
democráticas que dieron como consecuencia la independencia de las colonias españolas. En sus
claustros se formaron los espíritus ponderados y equilibrados para la creación de las jóvenes
repúblicas americanas.
La ciudad de Chuquisaca era pequeña durante la colonia, apenas contaba con 18 mil habitantes,
pero la Universidad tenía en ella un lugar excepcional y su actividad desbordaba de los claustros
para derramarse sobre el pueblo que, por lo mismo, vivía en todas sus clases sociales las inquietudes
que agitaban al gremio estudiantil.
No menos de 70 doctores y de 600 estudiantes, criollos en su mayoría, unos 500 de ellos que venían
de todo el virreynato, moraban entonces por Chuquisaca, viviendo en contacto inmediato con los
mestizos urbanos. Así se explicaba que el cholo chuquisaqueño sin saber leer ni escribir, fuera aquel
entonces, como ningún cholo de otra parte, opinan sobre los intereses del procomún”
Lucha intelectual y guerra fría
Antes de la iniciación de la lucha armada del 25 de Mayo, se intensificó la lucha intelectual y se
venció la resistencia monarquista, con los principios filosóficos y políticos implantando la guerra
fría y proclamas ardientes e sedientas de emancipación.
Frente a la fuerza del poder colonial, enardeció el “hervor intelectual y el hervor político”.
Los hombres del 1809, sostuvieron su lucha filosófica y política con un realismo maquiavélico:
astucia, engaño, halago, crueldad, violencia y mentira como instrumentos de acción social y como
recursos para el manejo de los hombres.
Los preparativos y repercusiones de los sucesos del 25 de Mayo de 1809 tuvieron una larga
trayectoria. La labor de los agitadores y revoltosos Doctores de Chuquisaca, se inició en el plano de
la acción en 1808 y culminó su dramático efecto en 1825. La preparación y el planteamiento de la
agitación revolucionaria, se las efectuaban en reuniones o “Juntas cívicas” clandestinas y en casas
no sospechosas. En ellas se impartían consignas para mantener permanentemente el espíritu
subversivo de toda la población colonial. Los fogosos y satíricos manuscritos se elaboraban en las
mismas y circulaban como moneda corriente y usual, como toda producción que se quería llevar al
conocimiento público.
Los pendolistas eran los clandestinos editores de los manuscritos anónimos y subversivos que se
fijaban en las paredes o circulaban de mano en mano secretamente; la liberación –como dice
Gabriel René Moreno- era una institución pública.
Estos pasquines – dice don Jorge Delgadillo- eran tan alarmantes como el siguiente, formulado en la
hilada seguidilla, que recogimos de labios de ancianos respetables, que figuran en los sucesos de
entonces, y que pudieron formar juicio exacto de la tendencia y verdadera significación de todo lo
ocurrido:
Autos y vistos:
Sentencia da,
Mueran ussoz
Pizarro y la Chapetonada.
Los oidores, manejaban muy bien la astucia y la picardía. Sabían que las paredes oyen: y por ello,
en una de esas “ Juntas” en la casa de Ignacio Cuellar,” pudo percibir –el vecino Cura Barrón- que
se trató de vengar la injuria que el señor Usos había inferido al Claustro haciendo quitar en una
función pública del entierro del señor Oydor honorario Don Juan José Segovia el cojín que por
costumbre se ponía al rector de la Universidad y resolvieron en ella ahorcar a dicho señor Usos que
noticiosos éste de ello y de que en seguido pasaría a cuchillo a los chapetones, llamó al Escribano
de Cámara Don Ángel Mariano Toro”, “y como le notificase sobre ser cierta dicha conspiración
contra su persona”, “trataron ambos el dirigir este procedimiento contra el señor Presidente –
Pizarro- de quien recelaban los prendiese que esta resolución no le fue tan oculta de su excelencia y
la tuvo de executar el arresto de dicho señor Usos, Fiscal, Sudañez, y Anívarro con anticipación la
que se frustró porque ya tenían tomadas sus medidas – los Oidores- para ejecutarla con su
Excelencia como sucedió en dicha noche del veinte y cinco de Mayo”; así declara Don Jacobo
Pope.
El declarante Don Miguel Tezanos Pinto, refiere que “era notorio y vio que los señores Ministros
concurrían a la casa del señor La Iglesia en la Sala Capitular y en la del señor Ussos sin distinción
de hora y sin el traje propio del decoro del Tribunal”.
Por otra parte “que en el momento que dio principio al tumulto endecha noche –del 25 de Mayo-
fue buscado en su casa de orden del propio Tribunal y como no fuese encontrado en ella le
solicitaron en la de Villodas de la que salió expresando ser ya preciso intervenir en ella sin poder
excusarse”. Además, “oyó decir que antes del veinte y cinco de Mayo tenían en su casa los Sudañes
ochenta cholos y Gualaychos que es la peor gente armados”. “Dos noches precedentes a la del 25 de
Mayo”, se celebraron “acuerdos y se dispusieron patrullas encabezada por los hermanos Zudañes,
Bernardo Monteagudo, Ussos y Juan Manuel Lemoyne, los demás regidores y vecinos, asistiendo
los ministros sin el respetuosos traje” que era de rigor. “Que estas rondas sólo tenían el objeto de
espiar al excelentísimo señor Presidente por los Recelo que tenían de que este quería hacer varias
prisiones y evitar estas”.
En estas circunstancias –la noche del 25-, “ya estaban apostadas en la Alameda, Quebradas o
Guaycos de los caminos de Guata, Tucsupaya y Recoleta” “los indios y moradores del Partido de
Yamparáez”, concentrados desde luego Don Juan Antonio Álvarez Arenales.
Don Manuel Molina, escribe al autor de “La Guerra de los Quince Años” en 5 de abril de 1863 y le
expresa que las acciones de Reconquista y Victoria en Buenos Aires contra los ingleses “dejaron
prisionero a Barresfort que escapó con Don Aniceto Padilla (cochabambino) dejando ya, una
pequeña asociación establecida e iniciada para defender el interés por la independencia: entre los
socios habían, según un acuerdo un Escalera (también cochabambino), el Dr. Bieytes, el Dr.
Medrano y nos vecinos de Buenos Aires, que vivían cerca del retiro, con quienes se tenía
correspondencia bajo los nombres del Tiburcio Parra y Tiburcio Viñas, tomados Ad limitum, y un
hermano mío – le dice- Francisco Moina, venido de Buenos Aires, iniciado, y que estableció un
pequeñísimo círculo –en Chuquisaca-, cuya reunión se hacía en casa del Dr. Benito Alzérreca (casa
situada en la plaza mayor, donde en 1825, vivía Don Jorge Delgadillo). A este pequeñísimo círculo
– dice Don Manuel Molina- “vinieron a iniciarse de La Paz, los Srs. Lanza y Sagárnaga, antiguos y
conocidos patriotas”.
La “guerra fría”, comienza a convertirse en “caliente”
Pues, según se refiere el Guardián de San Francisco, inicia la ofensiva “el cuerpo de Abogados”,
observando “las órdenes del Sr. Virrey y del Presidente – Pizarroque se propusieron contradecirla
por “odio” a ellos. Como el alegato es patrimonio de los protegidos de San Ibo, con su gato a los
pies –para quienes se meten en pleitossuelen salir arañados, los abogados iniciaron su “chicana”
“pidiendo –al Cabildo- se les eximiese –de ciertas imposiciones- por privilegios y ocupaciones de
su oficio”.
“El Presidente tuvo de este libelo, del estudio donde se forjó y del abogado que recogía firmas”.
“Con éste, y aún con copia del escrito, según dicen, produjo información para el esclarecimiento y
con él se quejó donde tuvo por conveniente”.
Llega el mes de febrero de 1809 “el mismo Aníbarro hallándose de Rejidor electivo a pretexto de
pedir testimonio de las actuaciones del año pasado para cubrir su conducta ante el Rey, renovó las
gestiones sobre el Seminario. A principios de Marzo comenzó el Cavildo a tratar sobre esta bien
premeditada presentación que en todo el mes no se pudo acordar sin embargo de ser muchas las
sesiones que para el efecto practicó, que por tan largas cuanto extemporáneas fueron odiosas y
escandalosas para todos los juicios que atildaban la conducta del Cavildo, pero muy celebradas para
todos los que fomentaban no tanto a los desaires que en esto se le infería al Prelado, como la
discordia y desunión del Cavildo”.
Encendida así la mecha del explosivo, en el Cavildo, pronto estallará la dinamita, en la Real
Audiencia., con la “calumnia” –así calificada por el Guardían del Convento de San Francisco Fray
Marcos Benavente- a la segunda saeta del “traidor” que vino con abonar los premonitores de la
sublevación “en la semana santa”.
Pues, según el Señor Guardián, “se procuraba fomentar –en el Ayuntamiento- con el mayor estudio
la detestable calumnia de que por traición se quería entregar esta ciudad – de los Charcas- a la
Señora Princesa del Brasil y que para libertarse del Jefe –Pizarro- y el prelado Moxó – de los fieles
basallos que se lo podían impedir trataban de desterrarlos enviándolos – a los cabildantes- a Buenos
Aires con la sumaria que aseguraban que estaba recibiendo el Jefe, para embarazarla y estorbar sus
intentos, resolvió el cabildo ponerse bajo la protección de la Real Audiencia exponiendo los hechos
que le hacían temer”.

Ref. Bibliográfica:

• LA REVOLUCIÓN DEL 25 DE MAYO DE 1809. Emilio Fernández. Biblioteca del
Sesquicentenario. La Paz, Bolivia. 1975.
• GUILLERMO FRANCOVICH. “El pensamiento Universitario de Charcas y otros ensayos”.
Universidad San Francisco Xavier. Sucre, Bolivia. 1948.
• Fotografía, “Historia de Chuquisaca”, Autor Valentín Abeca, Sucre, Bolivia. 1939.

Iglesias de Sucre

Universitarios : Ochoa Correa Dicna
Villarroel Cárdenas Franz

San Felipe Neri



La construcción de este templo se inicio en 1795 y se concluyeron las obras en 1800. Es el monumento más destacado de estilo neoclásico. De imponente imagen, construido en su totalidad con piedras del cerro Churuquella, cuenta con una sola nave dividida en cuatro tramos y se encuentra flanqueado por dos torres octogonales unidas por un arco de medio punto.

El claustro principal tiene como generador del espacio al patio colonial más importante y bello de la ciudad, donde destacan los arcos construidos en dos niveles. En la terraza de la iglesia se encuentra una sillería de piedra tallada desde se goza de una excelente vista del centro de la ciudad. Los jardines llenos de rosas y las impresionantes pinturas que cuelgan de las paredes a lo largo del Convento. En la cripta del convento se hallan enterrados notables personajes de la historia de La Plata.

Catedral Basilica






Catedral Metropolitana es el mayor monumento religioso de Charcas. Situada en la Plaza 25 de Mayo y calle Nicolás Ortiz.

La Obra se inició en 1551 por cuenta del Primer Cabildo Eclesiástico gracias a una Cédula Real. Presenta una nave central y dos laterales. Se destaca en el centro un hermoso templete de estilo greco-romano. Se terminó de construir por completo en 1712.
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Iglesia La Recoleta


La Recoleta, la joya franciscana de Sucre.

La recoleta franciscana se remonta a 1601, el conjunto se terminó en 1613. la iglesia fué sustituida a principios del presente siglo por otra de estilo neogótico. Al claustro bajo se le añadió otro, después de 1650, un segundo cuerpo con pilares ochavados y alfiz, que enmarcan los arcos.


Ambos estilos, el original y el de la posterior reconstrucción son de estilo mudéjar.La iglesia de La Recoleta conserva algunas imágenes dignas de mención como el Cristo atado a la columna, firmado por el indio Diego Quispe Curo. En el coro se halla la mejor sillería, tallada en cedro por Juán Pérez Villareal

Iglesia San Lázaro de Charcas
















Iglesia Monasterio Santa Teresa



El 5 de octubre de 1.665 el Arzobispo Gaspar de Villarroel fundó el monasterio de Carmelitas Descalzas de Santa Teresa. El pequeño templo, de una sola nave, presenta artesonado, altares laterales y espadañas en el frontispicio. De sus muros cuelgan cuadros de autores coloniales.

Iglesia de San Lázaro


San Lázaro, la iglesia más antigua de la Audiencia de Charcas.

La Iglesia de San Lázaro fué construida en 1544. De su estrucura original conserva las paredes y la cubierta de par y nudillo. Interiormente el retablo es de Juán Hernández, escultor del siglo XVI.En 1790 el cura Juán Alejo Zelaya levanto una capilla en el atrio para adoctrinar a los indios durante la cuaresma, es uno de los pocos ejemplos existentes en Sudamérica de "capilla abierta".

Fue la primera iglesia edificada en la ciudad alrededor de 1538. Las capillas laterales y la sacristía abarcan el período que va entre 1.540 hasta 1.700. El 27 de junio de 1553, inició su función como la Primera Catedral de la Villa de La Plata.

Capilla de la Virgen de Guadalupe


Este templo cobija a la imagen más querida por la población de Sucre, que fuera pintada por Fray Diego de Ocaña, en 1601. Cubierta de joyas y alhajas -testimonio de la fe del pueblo- la Virgen de Guadalupe ha recibido el homenaje de los personajes más destacados de la historia de Bolivia.

La capilla, construida en 1617 por orden de Fray Gerónimo Méndez de la Piedra, está al lado de la Catedral.

Iglesia de Santo Domingo

Construida por la Orden Dominica en 1545, fue posteriormente ampliada y reformada. La Iglesia consta de tres naves cubiertas con bóveda de arista y las laterales con bóvedas decoradas con casetones.

Exteriormente la iglesia muestra una imponente fachada de transición entre el renacimiento y manierismo, que parece datar de inicios del Siglo XVIII. El templo es muy conocido y frecuentado por guardar la imagen del Señor del Gran Poder, que según la tradición apareció en el palacio donde ahora se encuentra ubicado el Museo Universitario Charcas.

Iglesia de San Sebastián


Fue edificada como curato para indios alrededor de 1539, siendo la segunda iglesia construida en la Villa de La Plata. Su planta es de cruz latina y su portada es una de las únicas renacentistas, en el interior conserva su antiguo retablo de mediados del Siglo XVII y una serie de pinturas de la Escuela Cuzqueña.

Iglesia de la Merced


Esta iglesia fue fundada a mediados del siglo XVI por la Orden de los Padres Mercedarios, se destaca principalmente por el Altar Mayor tallado en cedro; sobresalen en su interior los siete retablos tallados y dorados a la hoja, a uno de ellos, se lo considera el más antiguo de la Audiencia de Charcas, entre otros bienes artísticos está el púlpito barroco, al igual que las famosas pinturas firmadas por el artista boliviano Melchor Pérez de Holguín.

Iglesia de San Roque


Templo de San Juan de Dios
















Data de los años 1554-1559 es la única iglesia de estilo renacentista en Bolivia. De la construcción original queda únicamente la planta arte sonado y fachada.
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Santuario Virgen de Lourdes
















Capilla de la Rotonda


La Capilla se construyó en 1852 por orden del Presidente de la República Manuel Isidoro Belzu, en honor y homenaje a Nuestra Señora del Carmen, a quien se le atribuye la salvación de su vida en un atentado sufrido en este mismo lugar.

Es de forma circular, rodeada de 28 columnas de orden jónico y tres series de gradas, que dan acceso al peristilo que la circunda. El templo está coronado por una cúpula de media naranja de estilo renacentista, las bases, capiteles y dinteles son de piedra labrada.

Iglesia de San Matias

Ubicado en la calle Ladislao Cabrera